viernes, 2 de mayo de 2008

resumen reseña reflexiones

Para que exista una valoracion de algo que está en segundo plano, primero debe haber un quiebre con la importancia que se le daba a la valoracion anterior. Esto pasó con el cine clásico a la llegada del cine moderno: la subvaloracion en que se encontraba la imagen se convirtió en que la imagen tendria la mayor importancia dentro de una pelicula. En el "Neorrealismo" se valoriza enormemente la "imagen real", escenarios reales, y gente común.
Cada quiebre dentro del cine, da lugar a una nueva persectiva de relatos; con la importancia que se le da al montaje en el cine moderno cambia la manera de narrar: ahora es posible contar historias paralelas, se puede mostrar que pasa en el puerto y que pasa en el barco a la vez, por ejemplo.
Se pueden analizar los diferentes montajes, como el montaje de "El hombre y la cámara" de Dziga Vertov, y el de "El acorazado Potemkin" de Serguei Eisenstein; en el primero, es un montaje "yuxtapuesto", es decir, una imagen tras otra que no necesariamente esten relacionadas, como mostrar una máquina y luego la sonrisa de un niño; y en el segundo es un montaje que podría clasificarse como "poético", se enfatizan detalles, rostros, pero tambien se distorciona levemente la realidad, como la caída de un coche que llega a parecer eterna y realmente durarría muy poco en llegar a su fin, o también la manera de separar por capitulos las diversas situaciones a la vez de contar paralelamente qué pasa en el barco y qué pasa en la ciudad/puerto.

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